Alberto Fernández negó que se haya enojado con Cristina Kirchner por haberlo salpicado en el caso de corrupción con la obra pública durante su alegato en el juicio, pero afirmó que considera que su compañera de fórmula incurrió en "un conflicto ético" con Lázaro Báez.

El presidente electo evitó alimentar los rumores sobre la presunta tensión con su vice, luego de que ésta apuntara contra sus ex jefe de gabinete por el presunto direccionamiento de la obra pública a empresas de Báez. "Nunca me involucró Cristina, nunca", aseguró.

"Cristina dijo una obviedad: el que administra el Estado es el jefe de gabinete. Y aclaró ‘yo no estoy pidiendo que los citen porque ellos no hicieron nada'. ¿Cómo pueden leer semejante cosa? (que lo involucró)", afirmó en una entrevista con radio Metro. "Dijo expresamente que no cree que tenga que citarnos", insistió.

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"Técnicamente es un disparate todo lo que han hecho con Cristina. Y con esto no estoy diciendo que no haya habido corrupción, eso no lo sé. Cuando aparece un Secretario de Obras Públicas con 9 millones de dólares, algo pasó. Lo que digo que involucrarla a Cristina en eso es vergonzoso, es no tener idea cómo funciona el Estado, cómo se ejecutan las obras públicas", continuó Fernández con la defensa. 

En una pasaje de la nota, la periodista María O'Donnell le recordó el crecimiento patrimonial de Lázaro Báez desde la llegada de Néstor Kirchner al gobierno. " Eso no es verdad, eso es un análisis mediático que no se corresponde con la realidad. Cuando mirás lo que recibió Lázaro Báez no tiene nada que ver con lo que recibieron otros", dijo.

"Pero es un constructor con el que hay negocios privados", retrucó la conductora. "Eso es otro tema y ya expliqué que es un conflicto ético y creo que fue un error de Cristina. Eso es otra historia. Pero no es un delito. Es un conflicto ético y es otra historia", aseguró, y dejó rondando la idea de un pequeño pase de facturas.

El gabinete

Fernández confirmó que el gabinete "está definido" y tiene los nombres para todos los ministerios. "Ya está todo elegido y estamos todos trabajando", señaló.

"De los nombres que suenan, algunos son y otros no", dijo sobre los rumores y confirmó que el cordobés Carlos Caserio se queda en el Senado y no asumirá en el Ministerio de Transporte, por pedido de Cristina. 

El presidente electo negó también que Cristina le haya copado el gabinete. "Influyó en el armado del gabinete lo que influye una persona de quién valoro su opinión. No llenó de nombres propios el gabinete", aseguró. "Nosotros somos un frente. Lo que busco es que todos estén representados", añadió.

Finalmente confirmó que Roberto Lavagna no tendrá un puesto en el gabinete. "Con Roberto hablo, no es del Frente, pero lo escucho mucho y lo valoro", aclaró.